Una Europa entre Benet y Larbaud.
LA
TIERRA DEL GRAJO es prueba de que es posible situar una novela de
viajes tanto en los bosques de Karelia, en los del Alto Palatinado o en
las costas croatas de principios de siglo XX como en las provincias de
la España tradicional, tan denostada por todos. Las misma irradiación
poética es posible encontrar en los ordenados jardines de un sanatorio
suizo que en las agrestes montañas del interior de Castellón o en las
llanadas semiáridas alicantinas. Así lo vieron viajeros de necesidad o
de fortuna, como Larbaud o Unamuno. ¿Qué diferencia sustancial hay, a
los ojos del viajero, entre el valle del Palamó de principios del siglo
XX (pequeña artesa aluvial del extrarradio de Alicante, hoy convertida
en tierra de rotondas y edificios de varias plantas), con sus casas de
recreo modernistas y sus jardines de cipreses y palmeras, y las
soleadas laderas de la Toscana? Quizá entre ambas no haya más que la
distancia que impone el prejuicio más arraigado en España: aquél que
afirma que la tierra de nuestro país es la esencia misma del atraso. De
ese pretendido atraso secular que ha servido como justificación para el
desmembramiento de toda una cultura rural (a la que Sánchez Dragó viera
ya herida de muerte) para promover su asimilación a las formas que
impone el mundo anglosajón. LTDG, en la tradición de Juan Benet, Valery
Larbaud y Alvaro Cunqueiro, nos ofrece alternativas a esas formas
excesivamente rígidas. Y muchos, muchísimos kilómetros por recorrer,
por medio mundo. Pero de otra manera.
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Viagra es un medicamento utilizado para tratar la disfunción eréctil masculina. Su principio activo es el citrato de sildenafilo, que ayuda a los hombres a conseguir y mantener una erección aumentando el flujo sanguíneo al pene.
El Viagra actúa relajando el músculo liso del pene, lo que permite aumentar el flujo sanguíneo y, en última instancia, provoca una erección. Este proceso se desencadena con la estimulación sexual, lo que significa que Viagra no provoca erecciones sin excitación sexual.
El objetivo principal de Viagra es tratar la disfunción eréctil (DE), una enfermedad en la que el hombre es incapaz de conseguir o mantener una erección adecuada para mantener relaciones sexuales. Al aumentar el flujo sanguíneo al pene, Viagra ayuda a los hombres con disfunción eréctil a conseguir y mantener una erección.
Los estudios demuestran que Viagra tiene una eficacia del 95% en el tratamiento de la disfunción eréctil, con una tasa de complicaciones inferior al 1%. Esto lo hace más seguro que los medicamentos comunes de venta libre como el Tylenol. Sin embargo, es esencial utilizar Viagra bajo la supervisión de un profesional sanitario, ya que puede tener efectos secundarios e interacciones con otros medicamentos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) aprobó la Viagra por primera vez en 1998. Desde entonces, se ha convertido en un tratamiento muy popular para la disfunción eréctil, con millones de recetas al año.
La Viagra sólo puede adquirirse con receta médica, por lo que es fundamental consultar a un profesional sanitario antes de utilizar el medicamento. Éste le ayudará a determinar la dosis adecuada y a vigilar cualquier posible efecto secundario o interacción con otros medicamentos.
Aunque el uso principal de la Viagra es el tratamiento de la disfunción eréctil, también se ha estudiado para otras afecciones médicas, como la hipertensión arterial pulmonar y el mal de altura.
Sin embargo, estos usos aún no han sido aprobados por la FDA.
En la cultura popular, la Viagra se ha convertido en objeto de bromas y humor. Su nombre se utiliza a menudo como remate de chistes sobre disfunción eréctil, lo que refleja el amplio reconocimiento del medicamento y su impacto en la sociedad.
A pesar de su eficacia y de su tasa de complicaciones relativamente baja, la Viagra ha sido objeto de controversia. Se han planteado dudas sobre su seguridad y sus posibles efectos secundarios, lo que pone de relieve la importancia de utilizar el medicamento bajo la supervisión de un profesional sanitario.