Una Europa entre Benet y Larbaud.
LA
TIERRA DEL GRAJO es prueba de que es posible situar una novela de
viajes tanto en los bosques de Karelia, en los del Alto Palatinado o en
las costas croatas de principios de siglo XX como en las provincias de
la España tradicional, tan denostada por todos. Las misma irradiación
poética es posible encontrar en los ordenados jardines de un sanatorio
suizo que en las agrestes montañas del interior de Castellón o en las
llanadas semiáridas alicantinas. Así lo vieron viajeros de necesidad o
de fortuna, como Larbaud o Unamuno. ¿Qué diferencia sustancial hay, a
los ojos del viajero, entre el valle del Palamó de principios del siglo
XX (pequeña artesa aluvial del extrarradio de Alicante, hoy convertida
en tierra de rotondas y edificios de varias plantas), con sus casas de
recreo modernistas y sus jardines de cipreses y palmeras, y las
soleadas laderas de la Toscana? Quizá entre ambas no haya más que la
distancia que impone el prejuicio más arraigado en España: aquél que
afirma que la tierra de nuestro país es la esencia misma del atraso. De
ese pretendido atraso secular que ha servido como justificación para el
desmembramiento de toda una cultura rural (a la que Sánchez Dragó viera
ya herida de muerte) para promover su asimilación a las formas que
impone el mundo anglosajón. LTDG, en la tradición de Juan Benet, Valery
Larbaud y Alvaro Cunqueiro, nos ofrece alternativas a esas formas
excesivamente rígidas. Y muchos, muchísimos kilómetros por recorrer,
por medio mundo. Pero de otra manera.
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La sandía es algo más que una deliciosa fruta de verano. Tiene un alto contenido en agua y es rica en nutrientes beneficiosos como el licopeno, la citrulina y las vitaminas A y C. Los estudios sugieren que la sandía puede incluso mejorar la salud del corazón, reducir el dolor muscular y disminuir la inflamación, aunque se necesita más investigación.
Uno de los nutrientes esenciales de la sandía es un aminoácido llamado citrulina. Curiosamente, la citrulina puede desencadenar la producción de un compuesto que relaja los vasos sanguíneos del cuerpo, muy parecido a un ingrediente de la Viagra. Algunos expertos creen incluso que alrededor de 3-4 tazas de sandía al día podrían igualar los niveles de citrulina que se encuentran en la Viagra.
La Viagra es un medicamento muy conocido que se utiliza para tratar la disfunción eréctil (DE). Actúa aumentando el flujo sanguíneo al pene, lo que facilita la erección. Sin embargo, no todos los hombres pueden lograr una erección con Viagra, y aquí es donde entra en juego el potencial de la sandía.
La citrulina en la sandía puede estimular la producción de un compuesto que ayuda a relajar los vasos sanguíneos del cuerpo, similar al Viagra. Este aumento del flujo sanguíneo puede ayudar con la disfunción eréctil, haciendo de la sandía una ayuda natural potencial para esta condición.
La sandía, rica en citrulina, podría ayudar a mejorar la erección.
Esto se debe a que la citrulina de la fruta puede estimular el flujo sanguíneo al pene, de forma muy parecida a como lo hace la Viagra. Sin embargo, es probable que la sandía no sea tan eficaz como la Viagra y puede que no funcione para los hombres que no han sido capaces de conseguir una erección con Viagra.
Aunque la sandía contiene citrulina que puede ayudar al flujo sanguíneo, su eficacia puede no igualar la de la Viagra. No obstante, ofrece una alternativa natural que puede beneficiar a algunos hombres, especialmente a aquellos que no pueden tomar Viagra por motivos de salud. Pero es esencial recordar que el consumo de sandía por sí solo probablemente no resolverá la disfunción eréctil a largo plazo, ya que la disfunción eréctil es a menudo un síntoma de una enfermedad subyacente como el colesterol alto.
A pesar de los indicios prometedores, la investigación sobre los efectos de la citrulina y la sandía en la disfunción eréctil se encuentra todavía en sus fases preliminares. La mayoría de los estudios realizados hasta la fecha han sido de pequeña envergadura, y algunos sólo se han realizado con animales. Por ello, es demasiado pronto para afirmar que existen pruebas concluyentes de que la sandía puede actuar como Viagra natural.
Aunque hay algunas pruebas que apoyan los posibles beneficios de la sandía para la disfunción eréctil, se necesitan pruebas más rigurosas. No está claro si comer mucha sandía tendría el mismo efecto que los suplementos concentrados de citrulina.
Una ventaja significativa del uso de la sandía como alternativa a la Viagra es el aspecto de la seguridad. La sandía es un alimento natural y su consumo conlleva muy pocos riesgos. También proporciona otros beneficios para la salud, como la reducción del dolor muscular y la mejora de la salud del corazón. Además, se ha descubierto que la sandía es una fuente natural para aumentar la producción de testosterona debido a la presencia de antioxidantes y flavonoides en la fruta.
En definitiva, aunque la sandía no pueda sustituir a la Viagra, podría ofrecer una alternativa segura y natural para mejorar la función eréctil y la salud sexual en general. Como siempre, los hombres con disfunción eréctil deben consultar a un profesional sanitario para tratar cualquier problema de salud subyacente.